En el bando de los optimistas
Han pasado tres años desde el “estallido social”, como muchos lo han denominado, que puso a Cali en el radar nacional y nos han pedido un análisis de cómo vemos la ciudad hoy.
Como testigo de primera mano de todo lo que se vivió en el 2021, puedo abordar esa respuesta parándome en el bando de los optimistas.
Tres años después, tenemos una ciudad que será sede del evento de biodiversidad más importante del mundo y que albergará delegaciones de 190 países, lo cual es una prueba de resiliencia y de nuestra capacidad para superar la adversidad, resurgir de las cenizas y sacar adelante eventos de semejante envergadura.
El año pasado, la encuesta anual de confianza y credibilidad realizada por Edelman, arrojó unos hallazgos muy interesantes en torno a la confianza. 32,000 entrevistas mostraron que Colombia estaba entre los 6 países considerados por la encuesta como extremadamente polarizados, junto con Argentina, Estados Unidos, Suráfrica, España y Suecia.
El 40% de los colombianos desconfiaba del Gobierno y la desconfianza entre los mismos ciudadanos llegaba al 47%, con datos tan aterradores como que, en Colombia, muy pocos ayudarían, vivirían cerca o trabajarían con alguien que no estuviera de acuerdo con su punto de vista. Sólo el 33% ayudaría, el 17% estaría dispuesto a vivir en el mismo vecindario y solo el 20% estaría dispuesto a tenerlo como compañero de trabajo.
Esa misma encuesta, traía una cifra que para muchos resultó desconcertante y es que la única institución confiable eran las empresas, lo cual nos recuerda la enorme responsabilidad que tenemos frente a la visión que queremos asumir y la postura con la que decidamos afrontar los retos, no sólo de nuestras propias empresas, sino de las realidades de las ciudades donde operamos.
En el caso del Valle del Cauca, el más reciente índice de competitividad departamental ubicó al departamento entre los cinco más productivos del país, una gran señal, porque nos muestra que a pesar de los retos que vivimos como región, estamos saliendo adelante juntos; pero lo más significativo ha sido que, en este devenir, le estamos mandando señales de esperanza al país. Porque entendimos que para sacar adelante a nuestra gente había que trabajar juntos.
Escucha y diálogo
Experiencias como Compromiso Valle nos han permitido encontrar espacios de escucha y de diálogo entre empresarios de todos los tamaños, ciudadanos y comunidades; en ellos hemos podido entender cuáles son los retos que tiene el Valle y así dar soluciones concretas a problemáticas como la falta de empleo, el apoyo a pequeños empresarios y emprendedores. Yo hoy veo a un Valle que se atreve a liderar conversaciones difíciles, a proponer; observo a una región que ha encontrado en su gente el mejor motor para transformarse.
Durante 120 años, el ADN de Carvajal, es hacer negocios desde la consciencia y en sintonía con el entorno “hacer el bien, haciéndolo bien”.
Desde los años 60 Carvajal ha trabajado guiado bajo la convicción de que “no puede haber una empresa sana en un entorno socialmente enfermo” y es por eso que, basándose en su legado sólido, Carvajal tiene la mirada puesta en un futuro social y ambientalmente sostenible.
Esto se traduce en que uno de nuestros grandes compromisos está orientado al impacto social, al punto de que la Fundación Carvajal es hoy nuestro principal accionista con el 23,5% de la propiedad. Además, sólo en 2023, Carvajal, a través de sus fundaciones, invirtió más de $46 mil millones en proyectos sociales, impactando a más de 223 mil personas.
A lo largo de nuestros 120 años de historia, hemos tenido el compromiso de contribuir a la reducción de la pobreza desde su enfoque social, a temas de desarrollo sostenible, al cambio climático, a la promoción de la diversidad e inclusión, al fomento de la economía circular y al fortalecimiento de nuestros aliados a través de cadenas de abastecimiento.
En nuestra pasada Asamblea General de Accionistas, reafirmamos dicho compromiso, destacando especialmente la atención a temas como la reducción de la pobreza y la disminución de las desigualdades, punto neurálgico de lo que sucedió en la ciudad en el 2021.
Cali unida y con esperanza
Tres años después, vemos una Cali distinta, optimista, unida, con esperanza, vibrando en otra frecuencia. Creemos en Cali y en el Valle del Cauca que nos vio nacer como empresa, creemos en su diversidad, sabemos que somos la capital del Pacífico colombiano, somos innovadores por naturaleza y cuando trabajamos unidos, logramos que todo el país vibre, porque somos apasionados y contagiamos esa pasión a los demás.
Siempre he sido un convencido que el progreso es más diciente que la perfección. Estoy seguro que desde nuestra labor en 120 años de historia, contribuimos a transformar el entorno, transformando a las personas. Por eso, en Carvajal estamos y seguiremos estando en el bando de los optimistas.
Pedro Felipe Carvajal
Fuente: Diario de occidente